El tiempo de las actividades nocturnas consiste,
básicamente, en tiempo libre para los participantes y el equipo. Aun así, especialmente
el viernes noche, el psicopedagogo propone juegos de socialización que además de
la diversión, tienen como objetivo fomentar la relación de grupo o el conocimiento.
Sin embargo, la participación no es obligatoria para ningún miembro ya que en
muchos casos, los jóvenes prefieren ir a relajarse o conocerse entre ellos
mediante conversaciones informales.
Lo más habitual, es que se participe
masivamente el viernes noche (cuando se acaba de conocer a los nuevos
participantes y éstos aun no se consideran integrados en el grupo) dejando el
sábado noche a libre disposición.
Este tiempo, me dio la oportunidad de interactuar más con el equipo ya que hasta entonces nuestros intercambios eran escasos por el ajetreo de la jornada. Así pues, el descanso después de cenar me permitió a mí misma integrarme dentro de este equipo variado y peculiar:
Hablar con los monitores me permitió ver "la otra cara de la moneda". Recordemos que los AMJ son los pasados adolescentes con altas capacidades que siguieron el programa Hélios, por lo tanto, su experiencia vivida pudo resolverme dudas sobre el comportamiento de algunos jugadores o el por qué de algunas situaciones.
Las conversaciones con los educadores resultaron más profesionales, su "defecto profesional" hace que los fines de semana sean una experiencia más en su historial laboral, por lo que su percepción de las actividades adquiría un matiz menos lúdico. Podríamos decir que se parecerían más a una pequeña reunión pluridisciplinar (de educador a psicólogo) que a una conversación informal en el pasillo, como la que realmente estábamos teniendo.
Este tiempo, me dio la oportunidad de interactuar más con el equipo ya que hasta entonces nuestros intercambios eran escasos por el ajetreo de la jornada. Así pues, el descanso después de cenar me permitió a mí misma integrarme dentro de este equipo variado y peculiar:
Hablar con los monitores me permitió ver "la otra cara de la moneda". Recordemos que los AMJ son los pasados adolescentes con altas capacidades que siguieron el programa Hélios, por lo tanto, su experiencia vivida pudo resolverme dudas sobre el comportamiento de algunos jugadores o el por qué de algunas situaciones.
Las conversaciones con los educadores resultaron más profesionales, su "defecto profesional" hace que los fines de semana sean una experiencia más en su historial laboral, por lo que su percepción de las actividades adquiría un matiz menos lúdico. Podríamos decir que se parecerían más a una pequeña reunión pluridisciplinar (de educador a psicólogo) que a una conversación informal en el pasillo, como la que realmente estábamos teniendo.
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